Cuando vi la obra del artista japones japonés autodidacta Suehiro Maruo, me parecía imposible creer lo que veía... su dirección artística se encuentra inspirada directamente de la tradición del muzan-e (estampas o esculturas de atrocidades), un arte popularizado en Japón allá por el siglo XIX. Por eso sus temas preferidos son los asesinatos con hacha, la violación, el aborto, el incesto, etc. Realmente sorprendente, lo mas asombroso es su introducción al mundo del arte...
Cinco años después Maruo retomó los lápices y empezó a publicar en un sitio más adecuado a su trabajo, una editorial de manga para adultos, donde no tuvo que someterse a ningún corsé editorial que frenara su fértil y sucia imaginación. A partir de entonces hemos podido disfrutar de su dibujo elegante y sus innovadoras construcciones narrativas de página. Además, como es lógico, dejó rápidamente de ser encasillado como mangaka erótico para pasar a otro nivel, el de las ediciones limitadas, las ediciones de lujo y los originales de precio por las nubes.
Maruo no esconde nada, de hecho podríamos decir que sus imágenes están siempre en el límite de lo que la censura (o autocensura editorial) de la obscenidad y la perversión permite.
Vía | miraycalla | edicionesglenat
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